No pretendo hacer de esta página un gran blog. Sólo es una libreta de recetas, unas aprendidas de mi madre, otras elaboradas por mí. La idea surgió cuando tuve que explicarle dos veces, a un amigo bejarano, cómo hacer una paella de verdad. Luego quedó olvidada. Ahora parece que puede ser de utilidad para mis padres.
Fue mi madre quien me enseñó a cocinar. Con catorce años, en vacaciones, una de mis hermanas y yo teníamos que encargarnos de la comida en semanas alternas. Mi madre nos iba indicando los pasos. Y nosotras la perseguíamos con la cazuela por la casa para que nos dijera si la cantidad de aceite era la adecuada, si estaba bien sofrita la carne, si había bastante caldo...
Cuando, con dieciocho años me fui a estudiar, lo hice con una libretita de recetas que ella me fue dictando. Y todavía la conservo, aunque tanto ella como yo hemos modificado las recetas.
Ahora, mi padre, que se está revelando como un buen cocinero, necesita nuevos platos para conseguir que mi madre coma. Así que para ella y él van estas recetas, de vuelta por lo enseñado y aprendido.

Espero vuestras sugerencias y comentarios.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Fideos (o arroz) "degustación"

Esta receta está especialmente dedicada a mi amigo Quique, a quien es imposible convencer de que no tire las sobras de la comida, y de quien hemos hablado mientras nos comíamos este plato, precisamente por eso. La verdad es que ha habido bastante cachondeo entre mis hijos, por la cantidad de sobras diferentes que he usado para hacerlo. Dicen que es un menú degustación, pero todo en uno jajajaja ¡Pero estaba realmente buenísimo!
Primero veamos las sobras:


 Ayer compré unos cangrejos de río ya cocidos (no suelo comprarlos así, pero era tarde, no había crudos y me encapriché). Sobraron estos poquitos.
 También compré unas clóchinas (mejillón del mediterráneo; es otra especie, Mytilus galloprovincialis, más pequeña, de carne más delicada y sabrosa). Las hice simplemente al vapor, con un chorro de aceite, una guindilla y un poco de limón. Guardé el caldo a propósito para hacer este arroz.










El otro día hice migas para comer. En la familia del padre de mis hijos las acompañan con un caldo picante, muy sencillo: hervir tomate, cebolla y patata a trocitos, con un ajo, guindilla y aceite. Echan un poco por encima de las migas, ya en el plato, o cogen una cucharada de migas y la rellenan con caldo. El caso es que a mis hijos les encanta y sobró un poco. (En la foto hay poco caldo, porque lo que más comen es el líquido, dejan los sólidos.)

 Hace un par de días comimos alubias con almejas. Como suele pasarme, hice de más.
















También tenía un guiso de rape con salsita (cebolla, tomate, puerro, ajo, gambones, almejas), del que nos había sobrado una cola pequeña de rape y algo de la salsa.
Quizá no era necesario, con tanta cosa, pero compré un poco de preparado congelado para arroz de marisco (básicamente, trozos de "vete tú a saber qué tipo de calamar" y microcigalas. Junto con unas gambas congeladas que siempre tengo en el congelador.













Bueno, al asunto. Sofrío los mariscos crudos. Tomate triturado. Unas vueltas a los cangrejos de río cocidos. Pimentón.
 Cuando ya le he dado unas vueltas, el agua de los mejillones, el caldo de las migas (con unos pocos de los tropezones), las alubias, la salsa de rape (el pescado troceado y las almejas sin conchas). Un hervor. Pongo fideos de grosor mediano, no muchos, porque el caldo ya tenía mucho condumio, con las alubias. Hubiera puesto arroz, pero las alubias se habrían deshecho del todo; tendrían que haber hervido menos, quizá, para un arroz.
¡Para chuparse los dedos!

miércoles, 31 de agosto de 2016

Alubias con almejas

Sin ser "viudas", como diría mi madre (solo verduras), están bien sabrosas y son mucho más ligeras que guisadas con embutidos y tocino; tanto en calorías como en facilidad de digestión.
Sofreír una cebolla grande y un ajo, picados, a fuego flojo. Cuando esté transparente, unas hebras de azafrán (si se tuestan previamente, mejor). Dejar que se doren un poco, remover, añadir una hoja pequeña de laurel y el caldo de dos o tres latas de almejas, berberechos, navajuelas... Poner un bote de alubias cocidas (salen unas tres raciones normales, no grandes). Yo no las escurro, las pongo con la gelatina que llevan, porque espesa el caldo. Añadir algo de agua y dejar hervir unos minutos, hasta que se mezclen los sabores y el caldo tenga la consistencia deseada. Poner las almejas y dar un hervor. Se puede espolvorear con perejil picado. ¡Listo!

A veces le he puesto unos cascos de patata también. Le va muy bien sofreír una guindilla con la cebolla, si te gusta el picante.
Este plato se puede hacer de forma muy rápida, como he descrito y siempre hago,  o a la manera tradicional.Supongo que ganará con unas buenas alubias cocidas en casa de forma ortodoxa. Y, desde luego, gana con unas almejas frescas. Pero no desmerece con las de lata. Y, si están caras, o quieres improvisar una comida de cuchara con lo que hay en la despensa... ¡pues es una buena opción!

jueves, 28 de julio de 2016

Hervido

Nada más sencillo que el hervido: patata, cebolla (mejor tierna) y bajoquetes (judías verdes). Sal. Hervir. Servir con un chorro de aceite y, si gusta, vinagre.

Parece mentira que algo así pueda estar bueno, buenísimo. Ese es el hervido básico. Yo suelo ponerle más verduras: zanahoria siempre; si tengo, también acelgas, calabacín, coliflor, alcachofas...

Las judías, perona, si puede ser. Si no hay más remedio, bobby. Sea como sea, ponerlas cuando patatas, cebollas y zanahoria ya llevan un ratito y les falta muy poco. Por favor, que no se queden blandas, las judías. También entonces, las acelgas.

A veces le he añadido un trozo de pastilla de avecrem, si el caldo estaba muy desaborío.
Servir y regar con aceite de oliva, generosamente. Existe mucha costumbre de comerlo habiendo aplastado con el tenedor un poco la patata y la cebolla, mezclándolo todo. Hay quien trocea pequeñito un ajo y lo añade. Mi madre (hace años) y mi abuela, se lo comían con un huevo crudo que mezclaban con las verduras; vicio nada recomendable, por cierto. También le pongo en el plato unas gotas de picante, tipo tabasco.

Me encanta para cenar; no me hace tanta gracia a mediodía: manías. Suelo hacer una olla grande. El primer día lo comemos como mandan los cánones. El siguiente, frío mezclado con mayonesa en vez de aceite. Al otro, triturado con aceite para hacer un puré de verduras. A veces, si hay mucho caldo, lo uso para hacer una sopa, simplemente echando un poco de aceite y unos fideos finos; increíble, pero está muy bueno. También puedo usar el caldo, si sobra, para cualquier guiso o arroz que haga. ¡¡Incluso para una sopa de sobre instntánea!! jajajaja

El olor del hervido, cuando está al fuego, siempre me recuerda al pueblo, a cuando era cría, a mi abuela.

sábado, 25 de junio de 2016

Espaguetis con gambas

En un poco de aceite, echar cebolla troceada y un ajo picado. Si se dora un poco demasiado, sin pasarse, está mejor. Añadir unas gambitas peladas. Remover bien y poner una cucharada de queso de untar (por persona), cebollino fresco troceado (si tenéis, claro), pimienta. Dar vueltas hasta que el queso se derrita y se mezcle con el aceite.
Cocer los espaguetis en abundante agua salada, sin aceite. Si queréis divertiros, podéis probar la cocción lanzando un espagueti contra las baldosas jajajaja ;)  Yo prefiero coger uno y morderlo para ver si ya está. Escurrirlos bien, pero sin pasarlos por agua fría, para que el almidón del espagueti coja la salsa. Echarlos directamente a la salsa y remover.
Tened presente que la salsa ha de esperar a los espaguetis; no los espaguetis a la salsa.

Carne estofada con picadillo

La receta es válida para carne de ternera o cerdo; también para aves (pollo, pavo) y conejo.
Freír una rodaja de pan, un par de dientes de ajo pelados y un puñadito de almendras o de avellanas. Retirar a un mortero. En el mismo aceite, dorar la carne troceada, a fuego vivo. Lo ideal sería apartarla a un plato antes de añadir cebolla picada o a tiras; pero igualmente se puede hacer todo junto y es más cómodo. Además de la cebolla, se puede poner un poco de puerro a rodajas, pimiento troceado. Cuando la verdura se haya pochado, poner unos trocitos de jamón o de tocino salado, y dar unas vueltas.Salpimentar.  Cuando esté, poner un buen chorro de coñac, dejar reducir y añadir agua. Dejar cocer a fuego suave hasta que esté casi. Machacar el pan, el ajo y las almendras; mezclar con un poco del caldo y añadirlo al guiso. Dar un hervor. Dejar reposar unos minutos.
Está muy bueno si se le ponen unos champiñones.
En el caso del conejo y el pollo, se puede freír el higadito y majar con el pan, para espesar la salsa.

Pollo en escabeche

Esta receta vale también para conejo, gallina, pavo, codornices, faisán... (jajaja)
Dorar a fuego fuerte la carne y retirar. Añadir cebolla en cascos grandes, zanahoria en rodajas gruesas, cuatro o cinco dientes de ajos enteros (con un golpe), laurel, perejil, granos de pimienta. Dar a todo unas vueltas a fuego vivo, moviendo para que no se queme; no ha de quedar cocido, solo hacerse muy poco y dorarse. Añadir un buen chorro de vinagre (el que guste más) y agua. Poner la carne, salar y dejar hervir. Cuando esté, dejar enfriar en la cazuela. Consumir al otro día.

Carne estofada

Se puede hacer con cualquier carne: ternera, pollo, pavo, magro de cerdo, conejo...
Poner en la cazuela, todo en crudo: la carne troceada, cebolla a tiras, zanahoria en rodajas o en láminas (con el pelapatatas), puerro a rodajas, dos o tres ajos sin pelar (con un golpe), una hoja de laurel, una rama de perejil, granos de pimienta, comino (poco, si gusta), un clavo, pimentón, un chorro de aceite. Un buen chorro de vino blanco y algo de agua. Sal. Dejar cocer hasta que la carne esté tierna, añadiendo agua si es necesario. Ha de quedar un poco de caldito trabado.
Se le pueden poner las verduras que gusten: pimiento verde o rojo en trocitos, alcachofas en cuartos, champiñones (u otras setas) troceados, guisantes...
Para acompañar, arroz blanco, espaguetis, patatas fritas...
También se pueden freír las patatas a cubos y añadirlas para que den un hervor en la salsa.